Senos paranasales secos, narices sangrantes y labios agrietados: los humidificadores pueden ayudar a aliviar estos problemas conocidos causados por el aire seco en interiores. Además, los humidificadores de vapor frío también pueden ayudar a aliviar los síntomas del resfriado o de otra afección respiratoria.
¿Qué son los humidificadores?
Los humidificadores pueden aliviar los problemas causados por el aire seco. Pero necesitan mantenimiento frecuente.Son dispositivos que emiten vapor para aumentar los niveles de humedad en el aire. Entre los tipos de humidificadores se incluyen los siguientes:
- Humidificadores centrales. Estos aparatos están integrados en los sistemas de calefacción y aire acondicionado de la casa. Están diseñados para humidificar toda la casa.
- Humidificadores ultrasónicos. Estos aparatos producen una neblina fría con vibración ultrasónica.
- Humidificadores de impulsor. Estos humidificadores producen una neblina fría con un disco giratorio.
- Evaporadores. Los evaporadores utilizan un ventilador para soplar aire a través de una mecha, filtro o banda húmeda.
- Vaporizadores de vapor. Los vaporizadores de vapor utilizan electricidad para crear vapor que se enfría antes de salir de la máquina. Evita este tipo de humidificador si tienes niños; el agua caliente dentro de este tipo de humidificador puede causar quemaduras si se derrama.
Niveles de humedad ideales
La humedad es la cantidad de agua presente en el aire. La humedad varía según la estación del año, el clima y el lugar donde vives. Generalmente, los niveles de humedad son más altos en el verano y más bajos en el invierno. Lo ideal sería que la humedad en tu hogar esté entre el 30 por ciento y el 50 por ciento. La humedad demasiado baja o demasiado alta puede causar problemas.
- Una humedad baja puede causar resequedad en la piel, irritar los conductos nasales y la garganta y producir picazón en los ojos.
- Una humedad alta puede hacer que tu hogar se sienta congestionado y puede causar condensación en paredes, pisos y otras superficies. La condensación puede desencadenar el crecimiento de bacterias dañinas, ácaros del polvo y moho. Estos alérgenos pueden causar problemas respiratorios y desencadenar brotes de alergia y asma.
Humidificadores, asma y alergias
Si tú o tu hijo tienen asma o alergias, habla con tu médico antes de utilizar un humidificador. El aumento de la humedad puede aliviar la respiración en niños y adultos que tengan asma o alergias, especialmente durante una infección respiratoria, como un resfriado. Sin embargo, el vapor de agua de un humidificador sucio o el aumento en el crecimiento de alérgenos causado por los niveles elevados de humedad puede desencadenar o empeorar los síntomas del asma o alergia.
Cuando el aire es demasiado húmedo: Deshumidificadores y aires acondicionados
Así como el aire seco puede ser un problema, también puede serlo el aire demasiado húmedo. Cuando la humedad es demasiado alta (común durante los meses de verano) es una buena idea tomar medidas para reducir la humedad interior. Podrás reducir la humedad si sigues las siguientes recomendaciones:
- Uso del aire acondicionado. Las unidades de aire acondicionado centrales o montadas en ventanas secan el aire y mantienen la humedad interior en un nivel cómodo y saludable.
- Uso de un deshumidificador. Estos dispositivos recogen el exceso de humedad del aire y reducen, de este modo, los niveles de humedad. Los deshumidificadores funcionan como los acondicionadores de aire, sin el efecto de "enfriamiento".
Mantenlo limpio: Humidificadores sucios y problemas de salud
Los depósitos y filtros sucios en los humidificadores pueden crear bacterias y moho rápidamente. Los humidificadores sucios pueden causar problemas especialmente a personas asmáticas o alérgicas.
Consejos para mantener el humidificador limpio
Para mantener los humidificadores libres de moho y bacterias, sigue las pautas recomendadas por el fabricante. Estos consejos para los humidificadores portátiles también pueden ayudar:
- Usa agua destilada o desmineralizada. El agua del grifo contiene minerales que pueden crear depósitos dentro del humidificador, que promueven el crecimiento bacteriano. Cuando se liberan al aire, estos minerales a menudo aparecen como polvo blanco en los muebles. También es posible que inhales algunos minerales que se propagan en el aire. El agua destilada o desmineralizada tiene un contenido mineral mucho menor que el agua del grifo. Además, utiliza cartuchos o filtros de desmineralización si así lo recomienda el fabricante.
- Cambia el agua del humidificador con frecuencia. No permitas que se formen películas o depósitos dentro de los humidificadores. Vacía los tanques, seca las superficies interiores y rellena con agua limpia todos los días si es posible, especialmente si utilizas humidificadores ultrasónicos o de vapor frío. Desenchufa primero la unidad.
- Limpia los humidificadores cada 3 días. Desenchufa el humidificador antes de limpiarlo. Retira cualquier depósito mineral o película del tanque u otras partes del humidificador con una solución de agua oxigenada al 3 por ciento, que está disponible en las farmacias. Algunos fabricantes recomiendan el uso de blanqueador con cloro u otros desinfectantes.
- Siempre enjuaga el tanque después de limpiarlo, para evitar que los productos químicos dañinos se trasmitan por el aire, y luego se inhalen.
- Cambia los filtros del humidificador regularmente. Si el humidificador tiene un filtro, cámbialo al menos con la frecuencia que recomiende el fabricante, y más a menudo si está sucio. Además, cambia regularmente el filtro de tu sistema central de aire acondicionado y calefacción.
- Mantén seca el área alrededor de los humidificadores. Si el área alrededor de un humidificador se moja o se humedece (incluso ventanas, alfombras, cortinas o manteles), baja la potencia del humidificador o reduce la frecuencia con la que lo usas.
- Prepara los humidificadores para el almacenamiento. Escurre y limpia los humidificadores antes de guardarlos. Y luego límpialos de nuevo cuando los saques para volver a usarlos. Desecha todos los cartuchos, casetes o filtros usados.
- Sigue las instrucciones para los humidificadores centrales. Si tienes un humidificador incorporado en tu sistema central de calefacción y aire acondicionado, lee el manual de instrucciones o pregunta a un especialista en calefacción y aire acondicionado sobre el mantenimiento adecuado.
- Recuerda reemplazar los humidificadores viejos. Con el tiempo, los humidificadores pueden acumular depósitos que son difíciles o imposibles de eliminar y fomentan el crecimiento de bacterias.